Cuando se marca la diferencia
Desde muy joven, Carlo Carrizosa pensó en ser grande. Empezó sus estudios universitarios en La Salle College a los 15 años, los terminó a los 17 y cuando llegó el momento de decidir a qué se iba a dedicar, lo tenía clarísimo: quería hacer moda y formar empresa.
Carlo recuerda el momento en el que le escribió a María Vásquez, una diseñadora argentina, para pedirle hacer sus prácticas. Tras aceptar su solicitud, viajó a Buenos Aires y dio ese primer paso para entender cómo estructurar un sistema comercial de diseño. Hoy, su marca hace presencia en las principales ciudades de Colombia y en países como Estados Unidos, Dubái y varios de Centroamérica.
{Cuarenta menores de cuarenta}
“Yo no soy un ser humano estático, yo soy una persona en constante cambio y evolución y lo mismo sucede con mi marca”.
Aplicado, como afirma que ha sido desde niño, se inscribió en el reality show Project Runway Latinoamérica y quedó entre los tres mejores diseñadores de la región. No obstante, para él la “televisión es televisión y el mundo de la moda es otra cosa”, se presentó a Parsons, una escuela de arte y diseño de Nueva York, para estudiar Fashion Design and Society. En ese lugar hizo sus pasantías con Óscar de la Renta y Naeem Khan, experiencias que le ayudaron a entender cómo debía construir una marca con identidad propia.
Hoy le apuesta a la alta costura urbana con el llamado flair latino. Los mejores materiales y la mejor mano de obra se unen, como dice él, “en una cajita”, para entregar un producto perfecto. “No soy un ser humano estático, soy una persona en constante cambio y evolución, y lo mismo sucede con mi marca”, concluye.