El curador tiene que estar detrás del artista y no dejarse ver, sino simplemente potenciar lo que el artista hace”, manifiesta. En 2014 decidió renunciar a su cargo en el Banco de la República para dedicarse a su hija e iniciar un nuevo camino como curadora independiente. Creó el programa de investigación Visionarios, de la galería Instituto de Visión, que plantea un repaso histórico por el trabajo de artistas con posturas desafiantes.

Uno de sus proyectos más importantes es Pulsiones urbanas, fotografía latinoamericana, 1960-2016, curaduría que hizo con el francés Alexis Fabry y que se expuso en los Encuentros de Fotografía de Arlés, en Francia.

Por otro lado, hace poco fue elegida para ser la curadora de la edición 16 de la Bienal de la Imagen de Montreal (Momenta 2019) y actualmente trabaja como investigadora principal del proyecto Los cuatro evangelistas, procesos de consolidación de la curaduría en Colombia, próximo a publicarse. “Pienso la vida de manera holística. La crianza de mi hija es mi prioridad y alterno mi rol de mamá con mi desarrollo profesional”, afirma.