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Hasta hace muy poco la educación virtual era vista con cierto desprecio e incluso como de segunda categoría, pese a que la ofrecen centros educativos cada vez más prestigiosos y a que 77% de los jóvenes del mundo, según una encuesta de Global Shapers publicada por el Foro Económico Mundial (WEF), tiene en su currículum algún curso online. Con el distanciamiento social generado por la pandemia del coronavirus esa tendencia probablemente se aumentará.
Esta idea incluso ha llevado a que estudiantes de diferentes universidades del país manifiesten su inconformidad con respecto a los costos, pues consideran que las matrículas deberían ser más económicas si van a continuar estudiando desde sus casas.
El problema de la creciente educación virtual es que no es apta para todos, pues algunas personas requieren del acompañamiento físico del profesor en la clase, así como algunos conocimientos difícilmente se aprenden sin práctica, por ejemplo, todo los que tienen que ver con ciencias de la salud.
A eso se suman las dificultades técnicas, pues se requiere de computador y buen acceso a internet, así como las financieras, pues hay un consenso con respecto a que la educación virtual no debería tener los mismos costos de la presencial.
Esta idea incluso ha llevado a que estudiantes de diferentes universidades del país manifiesten su inconformidad con respecto a los costos, pues consideran que las matrículas deberían ser más económicas si van a continuar estudiando desde sus casas.
Las universidades, por su parte, han respondido con alivios y diversas alternativas de pago, pero la incertidumbre con respecto a cuándo retomarán las clases presenciales hace difícil cualquier proyección en este frente. Una tarea nada sencilla.
30% de descuento en las matrículas de todos sus estudiantes, tanto nuevos como antiguos y no cobrar el valor de inscripción.
Descuentos de hasta el 25% en las matrículas, así como la creación de un sistema de pagos a cuotas y sin intereses.
Descuento en matrículas de hasta el 30% hasta el 1 de julio para estudiantes antiguos y hasta el 3 de julio para alumnos de primer semestre.
Descuento del 10% de la matrícula para estudiantes antiguos y nuevos.
Descuento de 30% para todos los alumnos y entregará un bono por $500.000 para aquellos con excelentes resultados académicos de estratos 1 y 2.
Eliminó costos de inscripción y las penalidades por pagos extemporáneos de matrículas, junto con descuentos de entre 30% y 50% para los estudiantes nuevos.
Destinó $7.400 millones para becas y auxilios a estudiantes nuevos y actuales, así como $20.000 millones para créditos de corto, mediano y largo plazo.
Creó un fondo solidario con el que esperan ayudar a 1.000 estudiantes con hasta $3 millones para el pago de la matrícula el próximo semestre.
Consolidó un primer paquete de ayudas en abril por $61.000 millones, agrupados en cinco fondos, y preparan más ayudas como la ampliación del fondo de financiación directa a corto plazo por $20.000 millones, así como un nuevo fondo de becas por $3.747 millones para apoyar a 2.000 estudiantes de pregrado y posgrado.
Incrementó la financiación directa por hasta 90% de la matrícula y financiará hasta 70% de las matrículas de quienes tengan problemas económicos por el covid-19.